martes, 8 de abril de 2008

Olvidando Irak


Hay una escena en Redacted, de Brian de Palma, en la que un soldado graba la violación de una joven iraquí a manos de dos de sus compañeros. Dicho momento, que precede a la huída del militar, encierra en sí mismo una de las grandes metáforas que pueden hacerse sobre el dramático conflicto de Irak: el hundimiento moral de un Mundo que, ante una barbarie, optó por limitarse a mirar, negar con la cabeza, y apagar la televisión un instante después.

El conflicto de Irak ha sido contado de un modo distinto al de otras guerras. Lejos del enfoque imperceptible, la mera propaganda, la leyenda, el cuentagotas o la uniteralidad, Irak es reportaje a campo abierto, contacto físico, primer plano, presente, vídeo casero, Internet, youtube, opinión. La verdad no debe ser contada pues, a través de muchos medios, ésta tira abajo cualquier muro, se nos pone delante y nos exije una postura moral. Ya no hay héroes o villanos. Hay verdad. Ya no hay leyendas. Hay verdad. Es fea, tosca, llena de polvo, de sangre, de un tono crudo, que es claro en la noche y oscuro en el día.

No es casualidad que la obra citada al inicio de este texto, Redacted, plantee el papel de la verdad en el conflicto. Quien vea esa película, asistirá a un collage de snuff movies, cintas de cámaras de seguridad, vídeos colgados en Internet y similares. Hay una postura moral, pero ante todo hay una reivindicación de la verdad. Una de las pretensiones (fallida en determinados momentos) de Brian de Palma es explicar que hay muchas formas de plasmar la realidad, y que la interconexión mediática que vive la humanidad es una de ellas. Todos podemos ser portadores de una cámara, narradores improvisados, y hasta creadores de opinión. Todos somos testigos y activistas. Todos podemos formar parte del relato de una guerra, contarlo y observarlo.

Al acabar Redacted, una pregunta secuestra la mente. ¿Hemos empezado a olvidar lo que ha pasado y sigue pasando en Irak? ¿Ha fallecido ya el recuerdo de semejante barbaridad? ¿Hemos olvidado que puede destruirse un país, con una (falsa) excusa como motivo, y la complicidad del resto? ¿Haremos pagar por Irak? ¿O ya hemos vuelto a negar con la cabeza antes de cambiar de canal? ¿Aceptaremos que Irak puso precio a la vida, y que a todos nos pareció barata?
Háganme un último favor. No se acuerden nunca de olvidar.

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