En el camino del olvido asaltan a indigentes. Me asaltan a mí. Son esencias, imágenes, sonidos. Son recuerdos. Son sicarios que me apuntan a sangre fría, sin compasión. Ayer fue una melodía, hoy un perfume gélido, sacado de un bosque escandinavo con la aprobación de Odín. Sigo adelante, sabiendo que no puedo mirar atrás. Soy como Bastian perseguido por la nada. Camine, no mire atrás. No veo el fin, ni el horizonte. Sé que duelen los pies, que hay piedras, que mis sandalias fueron masticadas hace semanas. Sé que me persiguen las sombras, que me adelantarán y me harán desandar lo andado. Sé que el olvido es el más oscuro de los imposibles. Sé que es una tormenta en medio del mar. Sé que naufrago. Y que no hay asidero a la vista.
2 comentarios:
Hola Ángel
Los Arqueros me hacen lembrar de Hobin Hood y Guilherme Tell.
El facto de ser urbano no retira las caracteristicas del arquero.
Saludos desde Brazil
Geraldo
Obrigado, Geraldo.
Un arquero tiene más sentido que nunca en una Ciudad. :)
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